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Tratamientos de radioterapia y braquiterapia para cáncer de útero

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¿Está buscando tratamientos para el cáncer de útero o cáncer de cuello uterino? Instituto IMOR cuenta con un equipo de profesionales especializados y los últimos avances en dispositivos y tratamientos para el campo de la oncología.

Tratamientos para el cáncer de útero o cuello uterino

Tratamiento de braquiterapia de útero

Instituto IMOR cuenta con la última tecnología en tratamiento de braquiterapia de útero. Existen dos vías o tipos de braquiterapia:

Braquiterapia con baja tasa de dosis (LDR)

Este tratamiento dura tan solo unos días, pero requiere de hospitalización y la paciente tiene que permanecer acostada y prácticamente inmovilizada contando con dispositivos que logran mantener la fuente de radiación en la vagina, en la zona afectada del cuello uterino.

braquiterapia para cáncer de útero

Braquiterapia con alta tasa de dosis

En este caso, la paciente tiene una gran ventaja: no requiere ingresar en un hospital. La Braquiterapia con alta tasa de dosis se aplica durante varios tratamientos o sesiones (una semana de diferencia). Cada sesión dura unos minutos.

Dependiendo de si se ha sometido a una histerectomía (no tiene útero), la paciente se debe tratar de manera distinta. Si no tiene útero, simplemente se introduce la fuente de radiación en un tubo. En el caso de que la paciente conserve el útero, hay más opciones (ovoides, tándem, tándem y anillo) que dependerán principalmente del tipo de braquiterapia a aplicar. ¿Y sobre efectos secundarios? El más habitual es que se irrite la vagina, aunque los avances han permitido reducir en gran medida los efectos secundarios de un tratamiento de este tipo.

Posibles efectos secundarios a corto plazo de la braquiterapia

Los efectos principales de la radiación son en el cuello uterino y las paredes de la vagina. Esto es así debido a que la radiación solamente viaja una distancia relativamente corta. Por esa razón el efecto secundario que más suele aparecer es irritación en la vagina, la cual se puede tornar enrojecida y sensible al dolor. También puede presentarse una secreción. Y en algunas situaciones y casos de pacientes se ha extendido esa irritación, afectando también a la zona de la vulva.

La braquiterapia también puede causar algunos de los efectos secundarios ocasionados por la radiación externa y hacerlo de manera similar en sus manifestaciones, como cansancio, diarrea, náusea, la irritación de la vejiga y bajos recuentos sanguíneos. Normalmente la braquiterapia se administra inmediatamente después de aplicar la radiación externa. Es por eso que puede ser difícil saber qué tipo de tratamiento está causando el efecto secundario.

Radioterapia para el cáncer de útero

La radioterapia externa puede ser de mucha utilidad dentro de tratamientos para el cáncer de útero. Se trata de dirigir con la intensidad requerida los rayos X desde el exterior de la zona afectada (fuera del cuerpo) hacia el tumor. Un tratamiento que, para el paciente, puede asemejarse a cuando va a hacerse una radiografía, pero en el que la intensidad de la dosis de radiación es mayor. No es un procedimiento que conlleve dolor y se realiza en escasos minutos. Una dosis alta pero mucho más efectiva con la última tecnología que incorpora nuestro campo y con la que contamos en Instituto IMOR. Este tratamiento puede combinarse con quimioterapia y medicamentos de quimioterapia.

Suelen durar unas semanas (6 o 7) dependiendo de cada caso, y se suelen dar varias sesiones cada semana (unas cinco, por lo general). Es posible requerir a un tratamiento de radioterapia externa para tratar zonas afectadas por el cáncer y que no se propaguen (como complemento de otros tratamientos) o como tratamiento primario o principal, en especial para pacientes que no sean tolerantes a la quimioradiación.

Con la última tecnología para el campo de la oncología se ha logrado disminuir los efectos secundarios. Ahora puede que sienta algún problema estomacal, diarrea (o deposición más blanda de lo normal), náuseas y algún ligero cambio en la piel. Estos cambios en la piel pueden ir acentuándose hasta el enrojecimiento o descamación. Por eso debemos proteger la zona expuesta a la radiación. También es posible tener cierto dolor vaginal y cambios en los periodos menstruales.